miércoles, 30 de julio de 2008

delfín

delfín hasta el fin
sin fin
sin fin
del fin
del fin delfín.

papel cebolla

Las palabras no se dibujan, son aves que se estrellaron contra las ventanas.
Seres del aire que perdieron el rumbo y que han venido a caer en tu casa. Los has contado todos, los has puesto bajo la cama y soñado con sus patitas rotas, sus ojitos borrados, sus picos abiertos.
Esa noche has de rayar el sol y pintar estrellas, contar nubes de papel cebolla… papel cebolla… papel cebolla en tus manos que lanzan trazos escarbando desesperadamente sobre las líneas, separando sus patitas del cuerpo, rayando sus ojos, creando un sol extraño que sonríe hasta sangrar. El camino a casa. Conoces el camino a casa y es como siempre un sendero de pájaros muertos.

viernes, 25 de julio de 2008

A modo de editorial

Escribir es un oficio complicado, demandante pero también placentero. Normalmente la prosa es más accesible, amable con el lector y el escritor, se puede estructurar con oficio, con experiencia, con talento; mientras que la poesía es una trama compleja, extraña, enrevesada a veces, sumamente espontánea y agotadora por lo divertida y tortuosa a la vez. Es una actividad solitaria donde un cuerpo posee y se deja poseer; y cuyo rastro son apenas palabras nada más, un gesto tranquilo o una llaga descarnada. Por eso, mostrar poemas podría llegar a ser vergonzante, pues el que muestra expone en cierto sentido su propia desnudez y se desprende de alguna forma u otra de su propio rostro, el cotidiano, el ceremonioso, y se va quedando cada vez con menos gestos, con menos rostros, ante la posibilidad quizás de no encontrar nada o encontrarlo todo.




* Tenía este blog hace mucho tiempo donde pensaba editar pequeños cuentos cortos en algunas entregas pero el tiempo y el talento no dieron para más... así ke se convirtió en otra cosa.

Las piedras miran nuestros corazones

te has cansado piedra al mirar tu camino
has seguido inútilmente la sombra de tantos elefantes
para abrazar una flor bajo la lluvia
has visto tantas estrellas y has hundido tu mirada en su corazón celeste
y has recordado que "un grano de arena y una piedra se hunden igual en el agua".

Frente a la casa de la araña

Yo quiero cortar piernas trepado en mi trencito azul, quiero correr sobre tu mejilla rojísima hasta tu casa y decirte que me voy a llevar uno de tus ventrículos. Quiero empezar a comerme las hojas secas de tu jardín y rayar mi cuaderno amarillo, dibujar cometas tristes, mirar de frente al sol y llevarte mis ojos quemados.
A veces cuando llueve corro a tu puerta y duermo mordiendo mariposas y orejas que encuentro en mis bolsillos o salen de mi boca, las he visto todas nacer en la comisura de tus labios mientras llorabas frente a mi cabecita gacha y mi corazón dis-locado batiendo sus alas rotas en tu ventana.
Tu casita musical toca en mi oído gotas y patitas de gato. Tú tejes mis brazos y yo espero bajo la mesa, comiendo luciérnagas de colores con mis ojos leporinos. Esta noche he de regar el jardín de caracoles ciegos que van comiendo tus cabellos y esperan sentados agua dulce de tu corona de papel. Yo conseguí palabras recién nacidas para las margaritas y tú las llevaste a la luna para dormirlas, por eso las miro y pienso que en el sol abrazante del desierto la única sombra es la de la mamá elefante.